martes, 27 de mayo de 2014

Bizcocho de yogurt

Si alguien me dice que nunca ha hecho un bizcocho de yogurt, de entrada pienso que eso es imposible, a ver, quien no ha hecho alguna vez uno de estos rápidos, sencillos y resultones bizcochos???. Pero tenemos que ser realistas, no todo el mundo es un fanático de lo dulce, no todo el mundo tiene tiempo para hacer estas cosas, y hay personas que piensan que es mucho más difícil de lo que en realidad es, así que aunque ya se que la gran mayoría tendrá su receta de bizcocho de yogurt, me animo en esta entrada a compartir la mía porque, no nos vamos a engañar, aunque de base son todas iguales, cada uno tenemos nuestro pequeño tip o variación que hace de ese bizcocho algo único y maravilloso, y quien sabe, quizás si alguien que hasta ahora no se ha atrevido a realizar esta sencilla receta dulce, la ve y al comprobar lo chupao que está, se anime a probarlo. Porque, a ver, tu podrías resistirte a un pedacito de cielo???


No se os hace la boca agua sólo con mirar la pinta que tiene???, a mi si, así que antes de ponerme a babear como un caracol, voy a poner manos a la masa para explicaros como es que lo hago yo.

INGREDIENTES:

Para hacer este bizcocho necesitáis saber de entrada que todos los ingredientes se miden con el propio vaso del yogurt que utilicemos, así que no lo tiréis limpiarlo un poquito y usarlo para medir todo lo demás.
Además del vaso necesitarás:

- 1 yogurt ( yo utilizo cualquiera, en general el que tenga en casa, y sobre todo los de aquellos sabores que mis hijos no se quieren comer porque simplemente les ha dado por ahí).
- 3 huevos medianos
- 1 vaso (el del yogurt vacío) de aceite de oliva suave
- 1 vaso de leche
- 3 vasos de azúcar
- 4 vasos de harina
- 1 sobre de levadura química tipo royal ( yo uso la del mercadona, aproximadamente 15gr)
- una cucharadita de esencia de vainilla.
- Opcionalmente podéis añadir una cucharada de ron, cointreau o cualquier otro licor.



ELABORACIÓN:

Precalentamos nuestro horno a 180º con calor arriba y abajo. Engrasamos el molde que vayamos a usar para hacer nuestro bizcocho y reservamos.

Batimos el yogurt con los tres huevos hasta que la mezcla sea homogénea.

 
Añadimos el vaso de aceite y batimos hasta que esté completamente incorporado a la mezcla anterior


A continuación añadimos el vaso de leche


 los tres vasos de azúcar


y la cucharadita de vainilla, y batimos hasta que todos los ingredientes se hayan integrado


Ahora añadimos nuestra harina tamizada junto con nuestro sobre de levadura y batimos asta obtener una mezcla homogénea



Llenamos nuestro molde con la mezcla obtenida


y llevamos a nuestro horno durante aproximadamente 45 o 50 minutos.


Recordar que cada horno es un mundo, así que para comprobar el punto de cocción, transcurridos unos 40 minutos podéis pinchar con un palillo o aguja vuestro bizcocho. Si el palillo sale limpio, vuestro bizcocho estará listo para sacarse del horno, si no es así, dejarlo cocer unos minutos más.

Desmoldar vuestro bizcocho y a comer, jajajaja
Espero que disfrutéis de este sencillo y riquísimo bizcocho que además, dependiendo del sabor del yogurt que empleéis, tendrá un toque u otro de sabor completamente diferente
Buen provecho


miércoles, 21 de mayo de 2014

Muffins de Toffee con chocolate blanco

Pues ya es miércoles, llegamos al ecuador de una semana un tanto revuelta, con bajadas de temperaturas, tormentas, e incluso nieve en algunas zonas altas. A la vuelta de la esquina está el fin de semana en el que dispondremos de todo el tiempo del mundo para encender nuestros hornos y hacer los riquísimos muffins que os propongo hoy. Os aseguro que el sabor de estos muffins es delicado, y su textura es tan suave y esponjosa que no os podréis resistir a comer uno solo, si no lo crees, haz la prueba y luego me lo cuentas, jajajajajaja. Estos muffins es uno de los dulces que más gustan en casa, merecieron la pena las pruebas que hice hasta conseguir el sabor y la textura adecuada; sólo con ver las caritas de felicidad de mis hijos cuando los hago, compensa el pequeño esfuerzo, jajajajaja
El olor que impregna toda la casa cuando están en el horno, su vista imponente.... a ver, tu podrías resistirte a esto???, no te llega el exquisito aroma a toffee???


Seguro que ahora mismo estáis pensando que a que estoy esperando para compartir la receta, jajajaja. Ya voy, no seáis tan impacientes, ahí va la receta, espero que la disfrutéis

lunes, 19 de mayo de 2014

Pastel de chocolate a la taza

Como la semana pasada no hice los deberes y tuve muy abandonado mi rinconcito de cocina, para compensar y que no me echéis la bronca os voy a duplicar la ración dulce semanal con una nueva receta de un bizcocho que en casa se hace con cierta frecuencia para complacer el gusto por el chocolate de mi hijo Jaime. Parece mentira que mis dos hijos sean tan diferentes, a mi hija el chocolate, si no es con leche o blanco ni se lo enseñes, y mi hijo, cuanto más negro sea el chocolate más le gusta, lo cual no deja de ser bastante curioso, más si tenemos en cuenta que sólo tiene siete años.

Tengo que aclarar que esta receta no es de cosecha propia, ni de herencia ni adaptación o versión de otra receta, esta receta la tome de un sobre de levadura química del mercadona, así que es probable que alguno de vosotros la conozca y la haya experimentado, pero, si no has tenido el suerte de toparte con esta receta, y eres un amante del chocolate, aquí te voy a dejar la forma rápida y segura de hacer casi en un pis pas este riquísimo y exquisito pastelito


INGREDIENTES:

- 2 huevos medianos
- 50 ml de aceite
- 1/2 vaso de leche
- 150 gr de azúcar
- 150 gr de chocolate a la taza en polvo
- 140 gr de harina
- 10 gr de levadura química ( en este caso Levadura Hacendado del Mercadona)



ELABORACIÓN:

Precalentamos el horno a 170º con calor arriba y abajo, engrasamos un molde rectangular y lo pasamos por harina.

A continuación mezclamos la harina con el chocolate a la taza en polvo  y la levadura, tamizamos la mezcla y reservamos


Con una batidora eléctrica mezclamos  los huevos, el aceite, la leche  y el azúcar hasta conseguir una crema ligera y homogénea


Añadimos la mezcla tamizada de chocolate, harina y levadura y mezclamos a mano  o con las varillas eléctricas hasta conseguir una masa homogénea.Vertimos la masa en el molde que previamente engrasamos y horneamos nuestro pastel durante 50 o 60 minutos.



Recordar no abrir el horno durante los primeros 45 minutos de cocción. Como siempre verificamos que está a punto pinchando nuestro pastel con una aguja o palillo, si sale limpio, nuestro pastel está listo para salir del horno.

Dejamos templar en el molde durante unos cinco o diez minutos pasados los cuales, desmoldamos y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.

Et le voila, listo para comer.


Buen provecho y hasta la próxima entrada dulce.

Besitossssss

domingo, 18 de mayo de 2014

Magdalenas de Aceite de Oliva

Hace ya unos días que no doy señales de vida y ello pese a que tengo preparadas varias recetillas para compartir con tod@s, pero he estado un poco liadilla echando una mano a mi amiga de toda la vida con los preparativos de la comunión de su hijo mayor. En otra entrada ya os mostraré la tarta que le hice con tal motivo, pero hoy toca compartir una receta familiar que a mi particularmente me encanta, y es que, el ingrediente principal es el signo de identidad de mis orígenes y el de toda mi familia: hablar del aceite de oliva es hablar de mi tierra, de una provincia a la que muchos se refieren como la gran desconocida de Andalucía, y si he de ser sincera, estoy totalmente de acuerdo con esa afirmación. Jaén es una provincia preciosa llena de encanto y rincones maravillosos, y no nos olvidemos de la magnificencia de esos extensos campos de olivos, olivos centenarios, olivos imponentes, campos extensos que enmudecen a quien embelasado los contempla y se llena de la paz y sosiego que transmite...., y es que, para mi, hay pocos paisajes comparables al de los olivares de Jaén.
Por supuesto, también tengo la versión bizcocho, como no, jajajaja, pero esa quedará para otra ocasión, así que ahora vamos a centrarnos en estas riquísimas magdalenas que espero que os gusten tanto como a mi, y si quereis cambiar un poco su imagen, hacer como yo y sustituir el azúcar por fideos de chocolate, o simplemente no añadir nada.


INGREDIENTES: Con las cantidades que enumero a continuación prepararéis aproximadamente unas 16 magdalenas. Recordar tener preparadas vuestras cápsulas y vuestra bandeja para magdalenas o muffins que evitarán que vuestras magdalenas se desparramen al hornearlas.

- 2 huevos
- 250 gr de harina
- 250 gr de azúcar
- 150 ml de leche
- 160 ml de aceite de oliva virgen extra
- 2 sobres de gaseosas
- Ralladura de un limón o en su caso, una cucharadita de esencia o extracto de limón.



Os recomiendo que para la elaboración de estas magdalenas uséis un aceite de oliva de calidad y de sabor intenso.

ELABORACIÓN:

Comenzaremos precalentando nuestro horno a 180º con calor arriba y abajo y pondremos nuestras cápsulas en nuestra bandeja.


Tamizamos la harina con los papelillos de gaseosa y reservamos.

Batimos los huevos y añadimos el aceite. 


Sin dejar de batir, añadimos el azúcar y la ralladura de limón o en su caso la esencia o extracto de limón.



Por último añadimos la harina tamizada con la gaseosa intercalándola con la leche.


Cuando todos los ingredientes estén integrados llenamos nuestras cápsulas como máximo a 2/3 de su capacidad y espolvoreamos azúcar por encima.



Horneamos unos 30 minutos o hasta que empiecen a dorarse. Sacamos del horno y dejamos templar durante unos cinco minutos en el molde, después sacamos y dejamos enfriar por completo sobre la rejilla y ya están listas para comer.



CONSEJO: Si guardáis las magdalenas en una lata de chapa os durarán tiernas y esponjosas durante muchos, muchos días. En casa nos han llegado a durar en excelentes condiciones hasta diez días.

Pues esto es todo por hoy, encender vuestros hornos y disfrutar con estas riquísimas magdalenas.

Besos para todos.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Crema Pastelera

Una de las recetas de básicos que más vais a emplear, al menos es una de las que yo uso más, es precisamente esta, la de la crema pastelera. La verdad es que es una receta que en general, varía muy poco de unas páginas, blogs, o recetarios a otros, pero a esta receta le tengo especial cariño porque, curiosamente es de las pocas recetas dulces que conservo de mi madre, y es que, aunque yo soy una golosa empedermida, y disfruto elaborando platos dulces, mi madre, no gustaba excesivamente del dulce. Para colmo de males, en la familia de mi madre había muchos antecedentes de diabéticos, así que digamos que, en general, los dulces que se elaboraban en casa, eran los tradicionales de fechas señaladas, algunos bizcochos, magdalenas y algunas cosas más, cuyas recetas, creo que procedían de mi familia paterna.

El caso es que en ocasiones, mi madre nos deleitaba con unos exquisitos buñuelos de viento, riquísimos petisús o algún bizcocho relleno con esta riquísima crema que hoy comparto con vosotros. Lo sorprendente de esta receta básica, es lo sencilla que resulta de preparar y el juego que puede darnos de cara a la preparación de muchas elaboraciones de repostería, así que tomar buena nota, y no perdáis de vista nunca esta sencilla receta

INGREDIENTES:

- 1/2 litro de leche
- 3 yemas de huevo
- 1 vaina de vainilla
- 50 gr de mantequilla
- 125 gr de azúcar
- 3 cucharadas de maizena (45 o 50 gr)


ELABORACIÓN:

Para hacer nuestra crema pastelera comenzamos separando las yemas de las claras. Batimos las yemas con aproximadamente la mitad del azúcar, tres cucharadas de leche, la maizena y la mantequilla que ha de estar blanda para que se pueda batir con facilidad.




Ponemos a cocer el resto de la leche con el resto del azúcar y la vaina de vainilla que habremos abierto con una puntilla por la mitad longitudinalmente. Cuando dé el primer hervor, la retiramos del fuego, retiramos la vaina de vainilla y vamos echando poco a poco la mezcla de las yemas. Removemos con nuestras varillas y llevamos nuevamente a fuego sin dejar de batir para que la mezcla no se pegue al fondo del cazo ni se formen grumos, y hasta que la mezcla haya espesado lo suficiente.



Una vez que nuestra crema ha adquirido la consistencia adecuada y ha espesado lo suficiente, la retiramos del fuego, dejamos enfriar y llevamos a la nevera durante aproximadamente dos horas antes de ser usada. Para evitar que se forme una costra en la superficie, cubrimos con papel film.




Una vez que nuestra crema está completamente fría, la podemos emplear para rellenar nuestros buñuelos, petisús, tartas de bizcocho, de pasta quebrada o lo que se nos antoje.

TRUQUILLO:

Si vais a rellenar buñuelos o petisús o preparaciones de ese tipo, podéis llenar directamente vuestra manga pastelera y usarla una vez esté fría.

Bueno, pues hasta aquí la receta de hoy, y recordar tenerla siempre a mano.

Besos y asta la próxima receta

miércoles, 7 de mayo de 2014

Flan de queso con bizcocho

Sin lugar a dudas, uno de mis postres favoritos es el flan de queso, sólo pensar en él y se me hace la boca agua, y pensar en un flan de queso me traslada automáticamente a Galicia. Para mi, Galicia y el flan de queso están unidos inexorablemente y es que, el mejor flan de queso que he comido en mi vida, lo he comido allí, concretamente en Baiona, y siempre en compañía de unos magníficos amigos, Oscar y Elba, y si hay alguien a quien le guste el flan de queso tanto como a mi, esa es mi amiga Elba, y es que a Elba le gusta tanto, tanto, tanto que se dedicó a hacer pruebas y más pruebas hasta conseguir la receta del flan de queso que solíamos comer de postre en un restaurante al que acostumbrábamos a ir. El ultimo flan de queso que comí, fue el que mi amiga Elba consiguió recetar a base de pruebas, y debo decir que no tiene nada que envidiar a aquel que la inspiro.


Ains Elba, la verdad, viendo estas fotografías tan bonitas me doy cuenta de lo que disfrutaba con tu compañía. Espero volver a verte pronto. Besissss miles desde aquí.

Bueno, me estoy poniendo un poco nostálgica, eran tiempos buenísimos y tengo unos recuerdos preciosos... seguro que podremos atesorar nuevos y preciosos momentos y recuerdos.

A lo que iba, hacía tanto tiempo que no comía flan de queso que hace unos días me puse a buscar su receta, pero para no variar, normal en mi caótico estado de recetario, no hubo forma de encontrarla, así que le pedí a mi amiga Elba que me la enviara. No tardó ni cinco minutos en enviármela, y yo tardé en ir a comprar los ingredientes lo que tardaron el abrir el super, Me hubiera puesto con el flan ese mismo día, pero como se suele decir, el hombre propone y Dios dispone, y al final hasta hoy no me he podido poner manos a la masa, y para colmo, cuando empiezo a preparar los ingredientes, me doy cuenta de que me faltan galletas que llevaba el flan, y que al servirlo quedaba a modo de base esponjosita y riquísima, pero ya no estaba dispuesta a aplazar más mi deleite personal así que decidí tunear la receta de mi querida Elba y suplir la galleta por un exquisito y blandito bizcocho que le sirviera de base. Total, si no salía el experimento, lo único que iba a perder iban a ser un par de días más sin comer flan, lo cual, después de llevar años sin comerlo, tampoco me iba a suponer un gran cambio. Así que dicho y hecho, y el resultado final, me ha encantado.




lunes, 5 de mayo de 2014

Sirope o crema de Toffee

Que se puede decir de un día como el de hoy????, se puede pedir más a la vida???, el sol brillando en un precioso cielo azul,  una temperatura ideal para salir a pasear, unos estupendos ratos de charla con amigas, la maravillosa compañía de la familia, y la llegada a casa de mi tan deseado regalo familiar por el día de la madre. Ainssss, estoy emocionadita, mirar que belleza me han regalado


ya se, no es lo mismo que los preciosos regalos que me hicieron ayer mis niños, esos eran regalos hechos con mucho amor, y esos dibujitos tan bonitos, esos regalos no tienen precio, pero esta maquinita me tiene enamorada, y además, la necesitaba desesperadamente, hacer todas las masas y cremas con unas varillas manuales o una batidora que ultimamente parecía que iba a explotar es un trabajo duro, y en muchas ocasiones me deslucía el resultado final, y es que, desde que mi thermomix dijo que necesitaba jubilarse mi experiencia repostera ha ido de mal a peor. A ver si ahora con la maquinita hago unos merengues y unas cremas de chuparse los dedos.

Bueno, pues entrando en materia, hoy y después del escaqueo de ayer, si que hay receta . La de hoy dulce, dulce, un básico para utilizar como decoración de vuestras tartas, o como ingrediente de postres varios. Yo lo uso mucho, y antes lo compraba de la marca Dr. Oetker, pero siempre me pasaba lo mismo, cuando lo necesitaba se me gastaba, y para colmo, solo lo encuentro en un supermercado a más de 20 km de casa, y no siempre lo tienen, así que me puse a investigar en la red, y a hacer pruebas hasta he conseguido un sirope que en casa dicen, no tienen absolutamente nada que envidiar al que compraba.

Yaaa, ya se, me voy otra vez por los cerros de Ubeda, venga, allá vamos con la receta:

INGREDIENTES:

- 240 gr de azúcar
- 80 ml de agua
- 200 ml de nata de montar (mínimo 35% de materia grasa)
- 60 gr de mantequilla
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.


ELABORACIÓN:

Iniciaremos nuestra preparación elaborando un caramelo y como en este tipo de preparación, prescindiremos de utilizar una cuchara para remover al objeto de evitar la cristalización del azúcar. Pondremos en un cazo el agua y el azúcar y llevaremos a fuego medio a ebullición. Moveremos de tanto en tanto la preparación mediante movimientos circulares de nuestro cazo sobre nuestro fuego y estaremos muy atentos dado que el azúcar se quema con facilidad, y si esto ocurriera, el caramelo amargaría.






Movemos y mantenemos en el fuego hasta que nuestro caramelo adquiera un color ambar, ese tono anarajando dorado tan bonito. Una vez hemos alcanzado ese punto de caramelo, lo retiramos del fuego y añadimos con cuidado de no quemarnos la nata. Yo utilizo un truco para evitar salpicadura, apoyo una cuchara de palo en la pared del cazo y vierto sobre la cuchara con cuidado la nata. Al contacto con la nata, nuestro caramelo se solidificara, removemos para que se disuelva en la  nata recién añadida. 



A continuación añadimos la mantequilla y la esencia de vainilla, removemos hasta que todos los ingredientes quedan incorporados y llevamos nuevamente al fuego. Dejamos hervir removiendo para evitar que nuestra crema se queme  hasta que adquiere la consistencia adecuada, aproximadamente unos cinco minutos desde que vuelve a llegar a ebullición.





Para comprobar la consistencia del sirope, uso un viejo truco usado normalmente para la elaboración de la mermelada, y es dejar caer unas gotas de la preparación sobre un plato que he tenido durante un rato en el congelador. Al contacto con el plato, el sirope se enfría y muestra el punto de consistencia que tendrá una vez que se haya enfriado a temperatura ambiente. Recordar que si lo conservamos en nevera, en cuyo caso durará en perfectas condiciones durante más tiempo, se esperará un poco más.


Una vez alcanzado el punto de consistencia deseado, vertemos la preparación en un bote de cristal que previamente habremos esterilizado y dejaremos enfriar a temperatura ambiente. Si vamos a tardar varios días en consumirlo, lo guardaremos en la nevera una vez que esté frío.


UN PEQUEÑO TRUCO:  Aunque no es demasiado ortodoxo, si una vez que vuestro sirope comienza a enfriarse, observáis que ha quedado más espeso de lo que queríais, podéis diluirlo un poco añadiendo al sirope unos 10 o 15 gr de mantequilla y un chorreón de nata, volvéis a poner en el cazo, y dais un golpe de ebullición. La cantidad de nata, dependerá fundamentamente de lo espeso que haya quedado vuestro sirope y el punto en el que lo queráis.

Y esto es todo por hoy. Espero que esta receta de este básico os guste, y ya sabéis, si os animáis a hacerlo, espero que me contéis que tal os ha ido con la experiencia.

Besos y nos vemos en la siguiente receta dulce.