miércoles, 14 de mayo de 2014

Crema Pastelera

Una de las recetas de básicos que más vais a emplear, al menos es una de las que yo uso más, es precisamente esta, la de la crema pastelera. La verdad es que es una receta que en general, varía muy poco de unas páginas, blogs, o recetarios a otros, pero a esta receta le tengo especial cariño porque, curiosamente es de las pocas recetas dulces que conservo de mi madre, y es que, aunque yo soy una golosa empedermida, y disfruto elaborando platos dulces, mi madre, no gustaba excesivamente del dulce. Para colmo de males, en la familia de mi madre había muchos antecedentes de diabéticos, así que digamos que, en general, los dulces que se elaboraban en casa, eran los tradicionales de fechas señaladas, algunos bizcochos, magdalenas y algunas cosas más, cuyas recetas, creo que procedían de mi familia paterna.

El caso es que en ocasiones, mi madre nos deleitaba con unos exquisitos buñuelos de viento, riquísimos petisús o algún bizcocho relleno con esta riquísima crema que hoy comparto con vosotros. Lo sorprendente de esta receta básica, es lo sencilla que resulta de preparar y el juego que puede darnos de cara a la preparación de muchas elaboraciones de repostería, así que tomar buena nota, y no perdáis de vista nunca esta sencilla receta

INGREDIENTES:

- 1/2 litro de leche
- 3 yemas de huevo
- 1 vaina de vainilla
- 50 gr de mantequilla
- 125 gr de azúcar
- 3 cucharadas de maizena (45 o 50 gr)


ELABORACIÓN:

Para hacer nuestra crema pastelera comenzamos separando las yemas de las claras. Batimos las yemas con aproximadamente la mitad del azúcar, tres cucharadas de leche, la maizena y la mantequilla que ha de estar blanda para que se pueda batir con facilidad.




Ponemos a cocer el resto de la leche con el resto del azúcar y la vaina de vainilla que habremos abierto con una puntilla por la mitad longitudinalmente. Cuando dé el primer hervor, la retiramos del fuego, retiramos la vaina de vainilla y vamos echando poco a poco la mezcla de las yemas. Removemos con nuestras varillas y llevamos nuevamente a fuego sin dejar de batir para que la mezcla no se pegue al fondo del cazo ni se formen grumos, y hasta que la mezcla haya espesado lo suficiente.



Una vez que nuestra crema ha adquirido la consistencia adecuada y ha espesado lo suficiente, la retiramos del fuego, dejamos enfriar y llevamos a la nevera durante aproximadamente dos horas antes de ser usada. Para evitar que se forme una costra en la superficie, cubrimos con papel film.




Una vez que nuestra crema está completamente fría, la podemos emplear para rellenar nuestros buñuelos, petisús, tartas de bizcocho, de pasta quebrada o lo que se nos antoje.

TRUQUILLO:

Si vais a rellenar buñuelos o petisús o preparaciones de ese tipo, podéis llenar directamente vuestra manga pastelera y usarla una vez esté fría.

Bueno, pues hasta aquí la receta de hoy, y recordar tenerla siempre a mano.

Besos y asta la próxima receta

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